
Una de las manares más fáciles para planificar una sesión es utilizar la estructura aristotélica como base (inicio, nudo y desenlace). De esa base, vamos variando los objetivos didácticos y la "respiración" del grupo.
Pongamos por ejemplo que ya llevamos algunas clases, que son un grupo de jóvenes de escuela y están nerviosos por los exámenes (es importante analizar siempre el contexto dado). Nuestra idea fija en los objetivos es trabajar improvisaciones y empezar a buscar ideas para la creación de la obra. Entonces tenemos que plantear la sesión de manera que el grupo se encuentre de forma cómoda con el núcleo de esta (improvisaciones y reflexión).
Inicio:
Hay profesionales que delante de grupos muy nerviosos y activos apuestan por empezar con relajaciones. En mi caso me suele funcionar mejor realizar juegos de concentración y desmecanicación en grupo y en círculo. Esto genera un clima de trabajo activo, de concentración y con todo el grupo a la "vista".
En grupos con un nivel de predisposición y concentración elevados, los ejercicios de relajación y predisposición corporal son excelentes.
Nudo:
Para introducir el lenguaje del tema central de esta clase podemos hacer algunas improvisaciones en grupo o en parejas. Después de esto podemos empezar a hacer improvisaciones puras (sin casi preparación) y/ o impuras (con mas preparación previa).
De forma natural podemos reconducir el trabajo hacia la búsqueda de temáticas que a ellos/as les interesan proponiendo que construyan improvisaciones sobre algún tema de su entorno, de sus hobbys, etc.
Desenlace:
Siempre es importante cerrar de alguna manera la sesión. El tiempo a dedicar depende de lo que queramos conseguir.
Una de las posibilidades más comunes es con una relajación, visualización y/o masaje si se quiere "bajar" y recoger la sesión de forma tranquila. Otra posibilidad es proponer juegos de grupo muy activos que generen entusiasmo y compañerismo (Tomate Rojo, Samurai...), sobretodo para cierres de cursos, antes de una actuación o en grupos divididos.
Y por último, el cierre con evaluaciones habladas o dinamizadas. La evaluación no excluye lo anterior, es decir que se puede hacer todo.
En el caso de la sesión que he puesto como ejemplo, yo "recogería" debatiendo temáticas e intereses de cada individuo para la creación de la obra.
En el caso de la sesión que he puesto como ejemplo, yo "recogería" debatiendo temáticas e intereses de cada individuo para la creación de la obra.
Siempre insisto en que en la pedagogía teatral no hay formulas cerradas y tenemos que aprender a escuchar los tempos del grupo para poder adaptarnos a las necesidades del momento. Tener bien preparada la sesión nos dará la seguridad para ello.
Situaciones excepcionales
1) Me ha sucedido muchas veces que el grupo está muy disperso y con boicoteadores/as. Después de estar un rato intentando reconducir la clase con dinámicas veo que no puedo. En este caso no hay que tener miedo de parar la sesión, sentarnos en circulo y hablar de lo que está pasando. Después se puede retomar des de donde estábamos o seguir la reflexión con ejercicios (de evaluación, Teatro del Oprimido...)
2) Hay que tener en cuenta con grupos grandes que con los ejercicios de presentación individual y las improvisaciones en parejas o grupo y con público-clase se pueden alargar eternamente. Vigilar eso y adaptarlo.
3) En el mismo orden que la situación anterior pero a la inversa: con los grupos muy pequeños puede suceder que os "liquidéis" la sesión programada muy rápido y tengáis que improvisar. Es por esto que yo siempre aconsejo tener algunos ejercicios de reserva.
4) ¿Qué sucede cuando el grupo tiene muchas ganas de hablar y reflexionar? Es una situación que se da mucho en talleres de T. Social y del Oprimido. Es muy interesante generar estos espacios y depende del tallerista el tiempo que le dedique. Hay que observar que se genere espacios para que todos/as puedan participar, sin tener miedo a los silencios del grupo. Pero hay algunas trampas en estos espacios de conversación: hay personas con mucho don de la palabra y con miedo al trabajo práctico que se "aferran" a este espacio hablado. Tener cuidado que no se rompa el ritmo de la clase y la energía baje mucho.
Seguramente hay muchas otras situaciones o dudas relacionadas con este tema. Si es así me las podéis plantear a ver si tenemos experiencias que nos ayuden.
El tempo es un concepto abstracto que se aprende a escuchar con la experiencia y mucha confianza en nuestra intuición, que nos va dando pistas continuamente.
Bibliografía:
Hay mucho escrito sobre dinámicas teatrales pero en los años que llevo dando talleres me he encontrado poca información sobre el tema. En el libro; Juegos para un taller de Teatro de Alfredo Mantovani y Rosa Inés Morales, nos cuentan algunas pautas a seguir sobre como estructurar una clase.